Sevilla es una ciudad que deja huella y que muchos coinciden en definir como especial. Puede que sea por la grandiosidad de sus monumentos. Quizá por el encanto de barrios populares como Triana.
Es posible que se deba al aroma a jazmín de sus plazas o a la música de guitarra española que se escucha en sus calles. Hay quien argumenta que es la tradición de sus fiestas y muchos están convencidos de que sus tapas son las auténticas responsables.
Un monumento de ciudad
Lo puedes comprobar en los pocos metros que separan la Giralda, la Catedral y el Real Alcázar de Sevilla. La Giralda es un icono de la ciudad y alberga uno de sus principales encantos en el mirador. Se trata de unas fantásticas vistas de Sevilla con un patio de naranjos, muy típico de Andalucía, y el mayor templo gótico de Europa, la Catedral, en primer plano. La visita al Real Alcázar descubre un extraordinario conjunto palaciego repleto de detalles. Si viajas en verano, aprovecha para disfrutar de sus visitas nocturnas y del festival que se celebra en sus jardines.
Sevilla es mucho más que su innegable monumentalidad. Es una ciudad que se vive en la calle y en sus grandes espacios abiertos como la enorme plaza de España, el Parque María Luisa o las vanguardistas Setas de Sevilla. Y si quieres disfrutar del ambiente sevillano más auténtico, prueba la experiencia de ir de tapas por el casco histórico en áreas tan populares como Alameda, Macarena, Nervión, Los Remedios o Triana. El “pescaíto” en adobo, los montaditos, los típicos caracoles, un fino (vino blanco), una manzanilla (vino dulce) o una cerveza bien fría son imprescindibles en la jornada de tapas.
La tradición popular del sur
En Sevilla, la tradición siempre está de moda. Desde los espectáculos flamencos y la música de la guitarra española hasta las cerámicas y artesanías típicas que siempre serán un buen recuerdo de la ciudad. Abundan las tiendas y talleres en el barrio de Triana. Por su parte, es fácil disfrutar del flamenco en los numerosos “tablaos” o en las peñas de los barrios. De hecho, Sevilla acoge la que quizá es la cita internacional más importante de este arte: la Bienal.La tradición de Sevilla se refleja también en sus fiestas más internacionales. Dos buenos ejemplos son la Feria de Abril y la Semana Santa. La primera es alegría y pasión por el arte popular andaluz, una oportunidad inmejorable para disfrutar del sonido de la guitarra española, la moda flamenca y la Sevilla más festiva. La Semana Santa es una fiesta pasional llena de momentos emotivos. Para entenderlo, nada mejor que asistir a uno de los multitudinarios desfiles religiosos y oír en directo una saeta (emotivo cante flamenco dedicado a las imágenes religiosas).